Muchas veces debemos dejar de lado nuestras cosas y concentrarnos más en mirar alrededor nuestro, y poder ver así la grandeza que nos rodea. Ese arco iris que salió después de un día de lluvia, esa estrella fugaz que se ve más brillante aún en el campo. Concentrarnos más en la mirada fija de un bebé y en la gran sonrisa de un niño. Debemos ser más pacientes y esperar ese atardecer que lentamente va bajando y se hace pequeño, pero al mismo tiempo nos llena de una alegría inmensa, por el solo hecho de verlo alejarse por el horizonte. Debemos poder admirar más de esos árboles que se llenan con bichitos de luz y parecen árboles de navidad naturales.
Pocas personas pueden ver a través de éstas cosas. No conozco a muchas.
Las personas muchas veces pierden la noción del tiempo, pero no dejemos que nosotros nos perdamos en él.
Cada día, a cada hora, a cada minuto suceden cosas que sin querer pasan desapercibidas; o mejor dicho “QUERIENDO” pasan, porque son cosas que a lo mejor no las tenemos calificadas como importantes.
Es tan lindo ver un pájaro volar, es tan lindo poder ver la apertura día a día de una flor, es maravilloso tirarse al suelo y poder ver las estrellas mirando a la luna en una noche azul… más maravilloso aún, es poder disfrutar de ese momento con alguien, compartiendo lo vivido, y por qué no también… lo soñado.
Estamos en la búsqueda de esa persona que nos regale toda su grandeza sin esperar que demostremos la nuestra. Queremos ser felices, pero la felicidad es algo que se construye día a día, paso a paso. Existen pequeños o grandes momentos de felicidad, pero la felicidad verdadera se alcanza cuando somos capaces de que esos pequeños o grandes momentos formen parte de nuestra vida!!
Nadia
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